lunes, 27 de abril de 2015

Puerto Rico: Antesvs Ahora

La colonia española

Colón nombró San Juan Bautista a la Isla de Boriquén, pero no fue hasta 1508 que los españoles establecieron una presencia permanente con Juan Ponce de León como primer gobernador. La subordinación y los malos tratos dados a los indígenas provocaron la rebelión de 1511, mas poco pudieron las hachas de piedra contra los arcabuces y otras armas y estrategias de los conquistadores. Más aún, las enfermedades importadas y las difíciles condiciones del trabajo forzado redujeron su población. Su rol como trabajadores forzados fue reemplazado por africanos importados como esclavos, primero de la misma España y luego de la parte occidental de áfrica. El cruce de estas tres etnias (taína, española y africana) representa el origen étnico y cultural de los puertorriqueños. La mezcla racial y cultural continuó durante los próximos cuatro siglos producto de fuertes oleadas inmigratorias, tales como las de negros libres de las islas vecinas (en el siglo XVIII), los católicos europeos blancos (en el siglo XIX) y los estadounidenses, cubanos y dominicanos (en el siglo XX).

La colonia creció rápidamente y fue una de las bases de apoyo para el avance del imperio español en las tierras continentales. La ciudad principal fue llamada Puerto Rico, por su bahía espaciosa y su puerto natural. Con el paso del tiempo, al puerto se le conoció como San Juan y a la isla como Puerto Rico. Mientras el Imperio crecía y enfrentaba la rivalidad de otros poderes europeos, la importancia estratégica y militar de Puerto Rico opacaba su significación económica (particularmente luego de la conquista de las civilizaciones ricas de los aztecas en México y de los incas en Perú). Para el Imperio en crecimiento, Puerto Rico se convertiría en “la llave a las Indias?, un punto clave para repeler a los intrusos e infieles del Mare Nostrum español.



Puerto Rico se convierte en colonia estadounidense


El gobierno autónomo que España concedió no duró mucho. En el 1898, cuando el nuevo gabinete fue inaugurado, el buque Maine explotó en la bahía de la Habana lo que provocó la Guerra Hispanoamericana. Ocho días después de que la legislatura se reuniera por vez primera, las tropas estadounidenses desembarcaron en Guánica, suceso que marcó el final del experimento español en cuanto a gobierno propio e inauguró el experimento colonial estadounidense. Aunque la Isla no había participado en la guerra, su adquisición se convirtió en parte de una nueva visión geopolítica de la hegemonía estadounidense en el Caribe. En diciembre de 1898 se firmó el Tratado de París y España le cedió formalmente Puerto Rico a Estados Unidos. Los derechos civiles y el estatus político de los isleños sería determinado por el Congreso estadounidense. Después de más de un siglo, nuestro estatus político continúa en manos del Congreso.

El general invasor estadounidense Nelson A. Miles (quien fue responsable por terminar las Guerras Indias en Estados Unidos) sabía exactamente dónde desembarcar en Puerto Rico. Estaba bien informado sobre los sentimientos anti-españoles de la gente en la costa sur (quienes no habían perdonado los compontes del 87). Lo que llevó al desembarco sorpresivo y exitoso en la Bahía de Guánica, igual que al recibimiento entusiasta que los residentes de Ponce (baluarte de los criollos) y Yauco (baluarte de los corsos) les dieron a las tropas estadounidenses mientras el ejército español se retiraba hacia las montañas. La campaña militar fue rápida (los españoles sabían que ya habían perdido Cuba y, por ende, la guerra) aunque hubo algunas batallas hasta que el Armisticio se firmó un mes después del desembarco.

Lo que sucedió después sorprendió tanto a los liberales como a los separatistas en Puerto Rico que le habían dado la bienvenida – y hasta ayudado – a la invasión. Ellos veían a Estados Unidos como el gran país democrático que le daría a Puerto Rico, como había prometido Miles, “las bendiciones de la civilización?. Por el contrario, durante dos años los estadounidenses establecieron un gobierno militar. Cuando se estableció un gobierno civil en el 1900, a través de la Ley Foraker, aun escritores estadounidenses como Lyman Gould y William Tansill lo consideraron inferior a la Carta Autonómica concedida por la decadente monarquía española. En términos jurídicos, Puerto Rico quedó definido como un territorio no incorporado que “pertenecía pero no era parte? de Estados Unidos. El desencanto con este estatus político causó protestas abiertas que a su vez dieron vida a una nueva organización política, el Partido Unión en el 1904. Por primera vez en nuestra historia, la independencia se incluyó como una opción legal en el programa de un partido político. Los Unionistas se convirtieron en el partido dominante por veinte años, hasta que el surgimiento de un Partido Socialista sólido (que representaba a los trabajadores y era pro-estadidad) llevó a unas coaliciones y alianzas que prevalecieron hasta que el Partido Popular Democrático (PPD), (fundado por descendientes de Unionistas) se formó en el 1938.

Segunda mitad del siglo XX hasta el presente


EstadolibrismoLuego de la guerra, los independentistas dentro del PPD reanudaron sus esfuerzos para concretar las promesas de auto-determinación para Puerto Rico, mientras que en la recién creada Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Unión Soviética (URSS) y sus aliados acusaban a Estados Unidos de mantener una colonia. Como resultado, se preparó un plan con el respaldo de Muñoz Marín para resolver el problema colonial. Un estatus medio (ni estadista, ni independentista) fue diseñado, y luego de un largo proceso – y de una revuelta nacionalista que tuvo que ser controlada por la Guardia Nacional en el 1950 – se adoptó una constitución local en 1952. Se creó el Estado Libre Asociado (ELA), término que se tradujo como un “commonwealth?. Esto no resolvió la cuestión del estatus como Muñoz Marín había querido, pero al día de hoy define la relación política entre Puerto Rico y Estados Unidos. El debate sobre su naturaleza y existencia ha continuado desde su creación.

La era del poder alternadoEn el 1968, el PPD perdió las elecciones por primera vez en cuatro décadas y un gobernador pro-estadista (Luis A. Ferré) fue electo bajo el Partido Nuevo Progresista (PNP). Ferré perdió las elecciones siguientes y Rafael Hernández Colón, del PPD, fue electo en el 1972. La administración de Hernández Colón tuvo que enfrentar la crisis mundial del petróleo. Como solución, el gobierno federal otorgó exenciones contributivas federales a las compañías multinacionales que operaban en la Isla y se incluyó a Puerto Rico en el programa federal de cupones de alimento. Los años setenta vieron el debilitamiento de la Operación Manos a la Obra (el plan de industrialización basado en las exenciones a compañías estadounidenses creado en el 1947) y el aumento en la dependencia de los fondos federales. La economía de la Isla pasó de la manufactura a las altas finanzas promovidas por los depósitos bancarios de las multinacionales. Esta etapa concluyó cuando el Congreso estadounidense eliminó los beneficios contributivos a las multinacionales (conocidos como la Sección 936 del Código de Rentas Internas Federal) en la última década del siglo XX. Desde entonces, todas las administraciones de la Isla han buscado un nuevo modelo económico que ayude a garantizar un alto estándar de vida económico.

Las últimas décadas de la historia política de Puerto Rico se caracterizan por el cambio de poder entre los dos partidos políticos principales (PPD y PNP) y la polarización de la sociedad. Un sector de los puertorriqueños desea la resolución del estatus político de la Isla, ya sea a través de la estadidad, la independencia o la libre asociación con Estados Unidos. El otro sector quiere mantener el status quo del ELA con algunas libertades adicionales.Entre el 1976 y el 1984, y de 1992 al 2000, los estadistas controlaron el gobierno puertorriqueño. Sin embargo, en los plebiscitos de estatus durante esa época la alternativa de la estadidad no alcanzó la mayoría deseada por ese sector.

Durante estos años y hasta el presente ha habido un surgimiento de orgullo puertorriqueño en su cultura e identidad y una nueva definición de puertorriqueñidad ha sido influenciada por la visión de la comunidad puertorriqueña en Estados Unidos, la diáspora. Esta población creció en términos numéricos y en términos de poder político, incluyendo la elección de tres miembros de extracción puertorriqueña al Congreso, dos de Nueva York y uno de Chicago.

A comienzos del siglo XXI, Puerto Rico se encuentra en búsqueda de su destino, con fuertes lazos en Estados Unidos, con un sólido sentido de identidad, una producción artística y cultural exuberante.

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